miércoles, 5 de marzo de 2008

VOTA ÚTIL - VOTA LIBRE


El domingo ya votamos. Creo que me he calmado. Parece que la derecha tiene más complicado el triunfo. Estoy más tranquilo. Soy optimista, de verdad.
Fíjate si me había creído que mi voto era importante e imprescindible, que estaba abrumado por la responsabilidad. Estos días he reflexionado y sacudido mi ánimo hondamente y sí, mi voto es importante e imprescindible, pero sobre todo mi voto es LIBRE.
Hoy estoy seguro de poder votar, como dicen los del PP, con alma, corazón y vida. Ay no, creo que esto lo decían Los Panchos, ¿o no?. Es que me lío. No me acuerdo si el PP dice alma y corazón o cabeza y corazón. Bueno, da igual...

Hoy me siento en condiciones de decidir y de votar en conciencia. He logrado la suficiente distancia con la vorágine electoral y con el desencanto que sufrí los primeros días, como para discernir entre sentimientos y convencimientos, entre miedo y prudencia, entre bronca y dialéctica. Es la hora de votar por el futuro. Y el futuro está en nuestras papeletas.

Pero no sólo en las papeletas. Me explico. A partir del 10 de marzo y, pase lo que pase, el futuro de la otra izquierda (o tercera vía) habrá que diseñarlo con inteligencia, talante (no es broma) y mucha VISIÓN POLÍTICA. Sí, política con mayúsculas.

En el País Valencià la bronca en la izquierda ha llegado más lejos si cabe. Para deshacer el entuerto deberemos hacer, bajo mi punto de vista, borrón y cuenta nueva. Tenemos por delante unos años de un trabajo apasionante. Ni más ni menos que la construcción de esa alternativa de izquierdas, esa que todas y todos queremos pero que no hemos sido capaces de articular hasta ahora.

Para ello deberemos desprendernos de prejuicios personales y renunciar al politiqueo mediocre. Deberemos practicar la generosidad, pero sin renunciar a nuestros principios y hacer de la discusión política seria una herramienta de construcción y no de enfrentamiento.
Podemos y deberemos hablar de todo, discutir sobre todo, pero siempre teniendo en cuenta que son más las cosas que nos unen que las que nos dividen.

No podemos permitirnos convertir la política de nuestro país en un “duelo” PP - PSOE. No responde a la realidad. La realidad política valenciana es poliédrica.
Y esa riqueza está en la izquierda, entre nacionalistas y no nacionalistas. Esta diversidad la hemos de convertir en virtud y no en un obstáculo insalvable. Es un reto que debemos aceptar a partir del 10 de marzo. Objetivo, desbancar a la derecha del gobierno valenciano. Pero el objetivo primordial es avanzar en los procesos de progreso y libertades sociales. Nuestra obligación es que vuelva la ilusión y la alegría a la izquierda valenciana.

En un artículo anterior dije que alguna gente del Bloc estaba planteándose esta situación actual de división como un mero tránsito hacia el 2011, ya despejado de “enemigos”, pues nos habríamos “eliminado” por el camino. Sigo pensando lo mismo. No he cambiado de opinión. Sólo que quiero remarcar lo de “alguna gente”.

También pienso que en Esquerra Unida las cosas no se han hecho de la mejor manera posible. No es cuestión de analizar aquí en profundidad la historia reciente, pero hemos de reconocer que hubo “excesiva precaución” y escasa generosidad para con los nacionalistas a la hora de plantear el pacto de Compromís, y una gestión poco afortunada de la posterior crisis a partir del nombramiento de Amadeu Sanchis como delegado en el Consejo de RTVV. De aquellos polvos, estos lodos. Pero en EU los responsables también tienen nombre y apellidos y, probablemente, la cabeza un tanto "cuadrada".

A veces, para alcanzar la libertad intelectual, contrastar nuestras opiniones y poder enfrentarnos a los problemas reales que nos acechan, hemos de desprendernos del lastre de las banderas. Y esto va por todas y todos.

El verdadero Compromís se ha de producir a partir del 10 de marzo. ¿La clave? En mi opinión, el futuro de la Izquierda Valenciana lo ha de gestionar gente que no haya estado implicada en esta guerra. Demos paso a otras personas. Demostremos generosidad. Renunciemos a los protagonismos. Hay que buscar la empatía personal. Y tenemos personas en la izquierda capaces de llevar a cabo el proceso y de convivir pacíficamente sin tirarse la ideología a la cabeza. Sólo tenemos que tener voluntad. La necesidad ya existe. El objetivo también. Pongámonos manos a la obra.

Me viene a la cabeza una reflexión que alguien hizo la pasada semana: "La izquierda ha de encontrar la forma de conciliar la utopía y el pragmatismo". Encontremos la manera. No nos dejemos desleír en el bipartidismo. No perdamos la riqueza y la diversidad de pensamiento, pero no renunciemos a la práctica política.

Mi voto es ÚTIL y LIBRE. Voy a votar IZQUIERDA UNIDA (EU), pero estoy convencido que el 10 de marzo tendremos que sentarnos en una mesa con las mujeres y hombres que van a votar, (útil y libremente también) a BLOC-INICIATIVA-VERDS para hablar del futuro.
¿Soy demasiado optimista?
Suerte para el domingo.

1 comentario:

Antoni Puig Solé dijo...

Acabo de descubrir tu blog y he de confesar que me ha parecido muy sugerente. Me es difícil hacerme una composición de lugar sobre la situación de Izquierda Unida en el Pais Valencia y sobre su crisis, pero ahora ya dispongo de más información, y me da la impresión que es bastante objetiva. Salud.