Vamos al norte, Suecia. Escandinavia o, como decían los romanos, Escandia. Países de frío y de bienestar económico. De los suecos se ha dicho que son propensos al suicidio, que son poco sociables, taciturnos, aburridos...También se ha hablado mucho de su tendencia a la promiscuidad y al desenfreno sexual. Todo tópicos, os lo aseguro. Somos muy aficionados a etiquetar de forma burda.Y si de tópicos hablamos, ni que decir tiene que con la música sueca se comete la misma injusticia. ¿Quién no relaciona automáticamente música y Suecia con Abba?
En Suecia existe la música más allá del “chiquitita” de Abba.
Y si en el panorama musical sueco aparece el nombre de José González, como estamos acostumbrados a los clichés, pues simplemente pensaremos que es un mariachi o un flamenco perdido por esos países del norte.
No. José González no es un mariachi; tampoco canta flamenco, aunque de éste haya tomado prestado la forma de tocar la guitarra. Es un sueco, de padres argentinos, de 30 años de edad, criado al amparo de la música folk sudamericana, pero que cuando creció se decantó por el Hardcore Punk. Con la madurez musical dio un giro hacia su actual estilo cálido, influencia de su origen, fusionado con esa exquisitez nórdica, acústica e intimista.
He leído en una crítica musical: “En algunos medios han calificado la música de José González como indie pop otoñal, no siendo otra cosa que canción de autor de herencia coheniana pasada por el tamiz de la experimentación lo-fi al estilo de Kings of Convenience.”
No lo sé, demasiado complicado para mí. La cuestión es que José González suena francamente bien. Esto pasa como con el vino, que hay mucha literatura, tan suntuosa pero tan necesaria a la vez.
Tengo que darle las gracias a mi amigo Rubén Fuentes por recomendármelo. Gran descubrimiento. Es un buen disco para escucharlo solo o en compañía, sentado, tumbado o pasenado, pero sobre todo, relajado.
En Suecia existe la música más allá del “chiquitita” de Abba.
Y si en el panorama musical sueco aparece el nombre de José González, como estamos acostumbrados a los clichés, pues simplemente pensaremos que es un mariachi o un flamenco perdido por esos países del norte.
No. José González no es un mariachi; tampoco canta flamenco, aunque de éste haya tomado prestado la forma de tocar la guitarra. Es un sueco, de padres argentinos, de 30 años de edad, criado al amparo de la música folk sudamericana, pero que cuando creció se decantó por el Hardcore Punk. Con la madurez musical dio un giro hacia su actual estilo cálido, influencia de su origen, fusionado con esa exquisitez nórdica, acústica e intimista.
He leído en una crítica musical: “En algunos medios han calificado la música de José González como indie pop otoñal, no siendo otra cosa que canción de autor de herencia coheniana pasada por el tamiz de la experimentación lo-fi al estilo de Kings of Convenience.”
No lo sé, demasiado complicado para mí. La cuestión es que José González suena francamente bien. Esto pasa como con el vino, que hay mucha literatura, tan suntuosa pero tan necesaria a la vez.
Tengo que darle las gracias a mi amigo Rubén Fuentes por recomendármelo. Gran descubrimiento. Es un buen disco para escucharlo solo o en compañía, sentado, tumbado o pasenado, pero sobre todo, relajado.
Buenas noches, y buena suerte.
boomp3.com
Teardrop - José González
No hay comentarios:
Publicar un comentario